

He visto en tus ojos el llanto más precioso
venciendo el rubor resistente,
y mi propia húmeda ternura cubría la mirada
y brotaba un infinito amor,
una inmensa sensación
de amorosa tristeza resplandecía.
Y lo percibía con tanta emoción,
con tanta dulzura sucumbía
desarmado hasta la entrega.
Como si el alrededor desapareciera,
y el dia, el mundo, la fatídica
realidad partieran
en un devanecimiento de suspiros.
Como si el alma desbordada,
arrasadora,
inundara el mundo,
y una isla de lágrimas
de amor y besos
emergida,
naúfrago y perdido
acogiera mi ser entero.
¡ Dios !, qué calor de lamento más hermoso
cubría tus pupilas,
acompañaba tu mirada,
tu boca surtida de besos y palabras,
tu amor jamás tan percibido y necesario,
mi propio amor,
mi feliz y emocional llanto,