Han pasado pocos días de las elecciones, se critica el silencio del ganador ¡RAJOY! y no nos damos cuenta que a través de su gente; Cospedal y otros, nos van llevando poco a poco al camino que emprenderá el nuevo Gobierno el próximo día 23 del presente mes de diciembre.
Pero....todo ésto ya lo sabíamos, no nos podemos llamar a engaño. Sus silenciosos mítines, no presagiaban nada bueno. ¡Ojo!, si estuviera Zapatero en los próximos meses, ocurriría exactamente lo mismo. Las imposiciones llegan desde todos los ámbitos, pero es que, Europa está arruinada. La recesión se está cebando, no solamente con España, Italia, Grecia, Irlanda, Portugal..no, no, no. Inglaterra está hecha unos zorros, Austria se resiente en sus cimientos económicos y así sucesivamente.
Europa está pidiendo ayuda al FMI y el BCE para salvar el euro, porque la capacidad financiera del fondo de rescate sigue sin ser suficiente. Mientras tanto Francia prevé un futuro incierto a corto plazo. Italia paga el interés más alto en muchos años.
Rajoy, no está quieto. Está moviendo los peones que tiene repartidos por Europa, mientras tanto recibe en su despacho a diferentes personalidades del exterior y hablando con los más cercanos..SINDICATOS, CEOE...etc...etc.
Rajoy va a preparar una reforma laboral muy dura, se oponga quién se oponga, porque en ello nos va la subsistencia en la Europa fuerte que todos queremos.
Mariano Rajoy quiere entrar con buen pie en La Moncloa y desde su discurso conciliador muy medido, en la balconada del edificio de su partido, no para de darle vueltas al conflicto, económico y social en el que se ha visto inmerso, de la mañana a la noche (tiempo de votaciones).
No nos queda más remedio que aguantar el chaparrón. No nos servirán de nada la llamada a las manifestaciones y huelgas, porque las habrá, pero ese ha sido el camino que han elegido millones de ciudadanos, buscando la solución al paro, cierres de empresas y con una población numerosa que vive bajo el umbral de la pobreza..
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